¿Por qué la salud mental está estigmatizada?
- por Shadya Karawi-Name
- 20/02/2019

Vamos a enfrentarlo. Hay un estigma sobre las enfermedades mentales. Hemos crecido creyendo que aquellos que han sido etiquetados con una enfermedad mental o emocional deben tener un lado de ellos incorrecto o perturbado. La mayoría de nosotros, ni siquiera, entiende la complejidad de lo que representa una enfermedad mental. Incluso, se enfocan en repetir lo que han escuchado en cualquier lugar, sin saber lo que alguna de estas psicopatologías significa.
La ignorancia parece ser la fuente de nuestra constante estigmatización de todas esas situaciones que son diferentes a lo que estamos acostumbrados. Nos arriesgaremos a decir que todos hemos conocido, por lo menos, a una persona que está luchando con algún tipo de enfermedad mental. Incluso si no lo han compartido abiertamente o no hablan de ello. Quizás todavía no están seguros o tienen miedo de admitirlo, por la reacción que pueden tener los demás. Quizás, esa persona, somos incluso, nosotros mismos.
Las enfermedades mentales son estigmatizadas porque no estamos acostumbrados a lo que no conocemos. Nos hace sentir incómodos. Nos saca de nuestra zona de confort. Es un territorio desconocido. Y, al ser así, la reacción inmediata es el rechazo. Como seres humanos, solemos excluir aquello que parece no pertenecer a nuestro marco mental. Percibimos que lo que no encaje ahí, puede ser un peligro latente para nosotros.
Todo eso hace que la situación sea, todavía, más compleja porque, frecuentemente, las personas con enfermedades mentales sienten que no pueden hablar abiertamente del tema. En ocasiones, lo único que quieren es poder expresarse en libertad, sin sentir que hay algo que está realmente mal con ellos.
Auto-estigma vs estigma social.
Para entender más claramente lo que queremos decir con estigma hacia las enfermedades mentales, vamos a diferenciar el auto-estigma del estigma social.
El primero, tiene que ver con cómo la persona lo vive. Lo que sienten o piensan sobre ellos mismos. Su propio ruido mental. La no aceptación de la situación.
Nuestra educación formal nos ha enseñado, a lo largo del tiempo, que solo ciertas formas de pensar, sentir y actuar son aceptadas. Esto ha llevado a un altísimo estrés tanto emocional como mental. Y, a su vez, ha llevado a que no podamos disfrutar a plenitud nuestra propia forma de experimentar la vida. Cuando alguien se da cuenta que padece algo que se ha denominado como enfermedad mental, puede experimentar un rango inmenso de emociones.
Por un lado, algunos pueden sentir alivio al poder identificar y, tal vez, incluso entender un poco mejor qué es exactamente lo que están atravesando. Es como si, finalmente, encontrarán la pieza que les hacia falta del rompecabezas. Al poder comprender lo que están viviendo, pueden retomar su poder y el profundo entendimiento de que todo tiene una explicación.
¿Qué pasa, entonces, del otro lado? La vergüenza y la culpa son sentimientos que pueden estar asociados con tener un desorden mental. Seres humanos maravillosos que sienten que hay algo muy malo en ellos, que debe ser eliminado o resuelto. Es todo ese ruido mental en donde la no aceptación de quienes somos y de lo que estamos viviendo se vuelve una constante.
Con el estigma social, son diferentes los actores que entran en escena. Un comportamiento discriminatorio y una actitud negativa provienen de todas las demás personas a las que se tiene que enfrentar el ser que está viviendo la enfermedad mental. Muchos de estos estigmas provienen, incluso, de los círculos más íntimos, ya que, en gran medida, para las familias es muy difícil asimilar cuando uno de sus miembros actúa de formas que son distintas de comprender para los demás. Sin ser su intención, pueden aislar a la persona que está viviendo su proceso, haciendo, así, que la situación sea, todavía, más difícil de enfrentar.
Otro escenario en donde el estigma social se ve de forma muy marcada es en el ámbito laboral. Los empleados son forzados seguir ciertas actitudes y formas de actuar. Lo que no encaja con la norma del lugar del trabajo se cataloga como defectuoso. Alguien que es completamente brillante podría sentir que no es lo suficientemente bueno porque están experimentando sufrimiento mental.
Rompiendo estigmas sobre salud mental.
Aceptamos con mayor facilidad todas aquellas cosas que podemos ver. Por ejemplo, si alguien tiene algún tipo de enfermedad física, tendemos a normalizarlo. Es algo que nuestros sentidos reconocen. Cuando es invisible, como suele ser el caso de muchas enfermedades de índole mental o emocional, lo bloqueamos y hacemos que sea muy difícil para el individuo que las está atravesando sentirse entendido y que su sufrimiento es legítimo.
No harías nunca que alguien que tiene una pierna rota se sintiera mal por ello, ¿cierto? ¿Excluirías a alguien porque tiene cáncer? No lo harías. Entonces, ¿por qué harías que alguien que tiene una enfermedad mental se sienta incómodo?
Por supuesto, todo esto es totalmente inconsciente y sabemos que todos estamos haciéndolo lo mejor que podemos. Por eso, creemos que es importante hablar más abiertamente sobre este tipo de cosas. Que sepamos que cuando las personas sienten que son vistas, que forman parte, que pertenecen, que no tienen nada que temer, absolutamente todo mejora.
Nuestra invitación es a que saltes fuera de la caja. A que abramos más nuestras mentes y entendamos que hay un mundo inmenso allá afuera. Qué hay tantos de nosotros viviendo en este planeta que es imposible que todos vivamos la vida de la misma manera. Que las personas que tienen enfermedades mentales tienen el mismo derecho que nosotros tenemos de disfrutar todo lo que la vida tiene para ofrecer.
En vez de querer que los demás cambien para que encajen dentro de nuestras ideas preconcebidas, ¿qué pasaría si vamos un poco más allá, generamos el cambio en nosotros mismo e intentamos comprender de qué se trata todo esto en realidad? ¿Qué pasaría si dejamos ir nuestros miedos y nos informamos más en profundidad? ¿Qué pasaría si decidimos ahora dejar de propagar todos estos estigmas que son tan dolorosos y dañinos?
Estamos aquí para ti. Cuéntanos, ¿tú o alguien que conoces se ha enfrentado a algún tipo de estigma por tener una enfermedad mental? Inspiremos el cambio juntos. Vamos a crear ideas para detenerlo. Vamos a unirnos y a gritar un fuerte NO a la estigmatización.
Y, si estás pasando por esto, en este momento, te lo repetimos con mucha fuerza: no hay absolutamente nada de lo que te tengas que avergonzar. Cada parte de ti es vista. Cada parte de ti es bienvenida. Cada parte de ti te pertenece.